¡Por fin!

¡Por fin! Ha llegado el último día del año 2007. Año largo, duro y difícil que se ha llevado a la persona más importante de mi vida. Año lleno de incongruencias, de estúpidas casualidades y de cúmulos de despropósitos. Año en el que sigo pensando que entramos con mal pie (el de mi hermana, que estaba roto). No recuerdo si se me atragantó alguna uva, si brindé con agua o si no llevaba nada rojo. Pero había una ramita de muérdago en nuestra puerta. La primera vez que la poníamos. A mitad de año decidimos dejarla ahí, no fuera a ser que las cosas fueran a peor.
Y ya ha llegado a su fin este año apestoso. Parece mentira que tu número favorito fuera el 7.
A pesar de todo ello tengo que agradecerle también muchas cosas a este año. Quiero agradecerle a todas las personas que han estado a nuestro lado, ayudándonos y apoyándonos. Sé que suena a programa de televisión, pero, ¿puedo saludar?. Gracias a mis tíos Ana y José Luis, a Emilio y Ana, a mi abuela, a Eladio, Santi, Víctor Pedro y Poli, a Elo y Félix y a toda su familia, a Elena y Eduardo, a Juan Fernando, a Carmen Gimeno y todas sus compañeras, a todos mis amigos. A todos, gracias. Mil gracias por estar con nosotras en aquellos momentos. Gracias de todo corazón.
Y de todo corazón también quiero desearos un año lleno de felicidad, alegrías y buena salud, en el que abunde el amor y escaseen los contratiempos.
¡Feliz 2008!