martes, 20 de noviembre de 2007

Grata sorpresa

Son de estas cosas que cuando te pasan piensas que no puede ser una casualidad, que es "demasiada casualidad", y estos últimos meses se han llenado de estas situaciones. Hoy especialmente estaba en la Biblioteca Pública devolviendo un libro (que muy a mi pesar no he podido terminar por falta de tiempo) porque ya se había cumplido el plazo y estando en la fila esperando (allways waiting, yes) ha aparecido mi amigo Miguel tan perdido y desubicado como sería posible de prever para ser la combinación Miguel-Biblioteca. Hacía ya tiempo que no nos veíamos y que nos prometíamos café tras café sin llegar nunca a cumplirlo, casi siempre por falta de tiempo, casi siempre por dejadez. Pero es de esas personas con las que tienes una afinidad infinita, de las que sigues considerando amigos a pesar del tiempo que llevas sin verle, son de esas amistades en las que te vuelves a tomar un café como si no hubieran pasado los años. De verdad que ha sido una grata casualidad.

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