¿Alguien me pone las pinzas.........otra vez?

El pequeño corsita siempre haciendo de las suyas y hoy podemos contar con la última anécdota. Como había decidido no arrancar ha venido la grúa a ponernos las pinzas y nos ha aconsejado, entre guiño y guiño, dar unas cuantas vueltas antes de pararlo, y por ejemplo ir a la Grajera. Después de media hora conduciendo y ya con el depósito pidiendo a gritos gasolina, por miedo a quedarnos tiradas en medio de la nada Maria y yo hemos decidido ir a repostar. Pensareis: lógico, buena idea!. Pues que sepais que no lo ha sido porque después de echarle 5 eurillos de gasolina (que estamos pobres) ha decidido no arrancar de nuevo. El seguro ya no mandaba grúa así que tocaba empujar. Vaya estampa, las dos que veníamos de clases de salsa empujando al pequeño corsa por una minirampa a ver si lo conseguíamos arrancar. Despues de varios intentos arriba y abajo, adelante y atrás el chico de la gasolinera tenía unas pinzas (que no sabía usar), pero gracias a mis conocimientos eléctricos y a los recientes consejos del conductor de la grúa hemos encendido el motor (tras más de 10 intentos). Después solo quedaba darle las gracias al chico de la gasolinera y salir a andar sin rumbo. Todos los barrios de Logroño y más de 50 km en los que hemos tenido la suerte de no tener que parar en ningún momento, rotondas, semáforos, pasos de cebra... por lo menos algo ha habido de suerte en todo esto. Y en el fondo, ha estado entretenido el viaje.
- ¡Bache!
- Uy, perdón.